Piedra de tropiezo para Maria Wackers
Maria Wackers nació en Kevelaer en febrero de 1906 como segunda hija de Peter August van Aaken (maestro carpintero) y Bernhardine van Aaken. En 1929, Maria van Aaken se casó con el maestro panadero Josef-Franz Wackers. Además de la panadería, regentaban una confitería y el restaurante "Zum goldenen Krug", en la calle Maasstraße, donde también alquilaban habitaciones para huéspedes. Entre 1930 y 1944, los Wacker tuvieron seis hijos. Cuando nació su sexto hijo, el marido y cuatro de sus hermanos ya estaban sirviendo en la guerra en el Frente Oriental. La familia Wackers compartió el destino de muchos cuyas vidas familiares se vieron destrozadas durante estos tiempos difíciles. A medida que los efectos de la guerra se hacían cada vez más notorios en Kevelaer, las dos hijas Hilde (12 años) y Elisabeth (siete meses) fueron evacuadas en tren a Gau Magdeburg en octubre de 1944, acompañadas por una tía. Allí fueron asignadas a diferentes familias y alojadas. Tras la orden de evacuación de Kevelaer, Maria también abandonó Kevelaer en diciembre de 1944 junto con sus hijos mayores Franz (14 años) y Josef (10 años), así como su hermano el padre Augustin, en un tren con otros evacuados en dirección a Gau Magdeburg. Los hijos menores de la familia Wackers, Karl y Paul, habían sido llevados por el ama de llaves
Käthe Verhoeven es llevada a casa de sus parientes en Kervendonk y el tren en el que viajaban los miembros de la familia Wackers/van Aaken sufre graves daños durante el bombardeo de Osnabrück. Como consecuencia, Maria sufrió una crisis nerviosa y fue ingresada en el hospital psiquiátrico de Uchtspringe. Los demás miembros de la familia llegaron sanos y salvos a su destino en Gau Magdeburg. Maria Wackers pasó la Navidad de 1944 con su familia después de que su hermana Margarete la llevara a casa para recuperarse. A principios de 1945, cuando Maria se enteró de que su marido había sido gravemente herido en el hospital tras la amputación de una pierna, su estado empeoró notablemente en las estrechas condiciones de vida, por lo que la familia se vio finalmente obligada a llevarla de vuelta al único hospital disponible en Uchtspringe. 13 días más tarde, se recibió la sorprendente noticia de que Maria Wackers había fallecido. Josef-Franz Wackers, que no podía caminar, se dirigió entonces al funeral en Uchtspringe, a 60 kilómetros de distancia, con otros miembros de la familia en las condiciones más difíciles.
Sin embargo, llegó dos días tarde porque le habían dado una fecha de entierro equivocada. Esto significó que los familiares ya no pudieron despedirse en el entierro, sino que sólo pudieron recibir la notificación con el número de la tumba. Gracias a las exhaustivas investigaciones de la familia, ahora se sabe que Maria Wackers, de soltera van Aaken, de Kevela, fue víctima del programa de eutanasia nacionalsocialista descentralizado en el hospital psiquiátrico de Uchtspringe.
El Stolperstein para la señora Maria Wackers se colocó frente a la casa de la Maasstraße 35 en noviembre de 2016. La piedra fue colocada por el artista e iniciador del proyecto, Gunter Demnig.