Consejos para ahorrar energía

A todos nos resulta familiar, por ejemplo, esa lucecita del televisor que siempre está encendida. Esto significa que el aparato consume electricidad incluso cuando supuestamente está apagado. Es mejor desenchufarlo o apagarlo con una regleta con interruptor de red cuando pases mucho tiempo fuera, por ejemplo por la noche.

Normalmente no es necesario un prelavado. Puedes lavar tranquilamente con un programa económico. Si además bajas la temperatura de lavado de 60º a 30º, sólo consumirás un tercio de la electricidad. Y, por supuesto, siempre es mejor esperar a que la lavadora esté llena antes de lavar.

Una secadora es algo realmente bueno. La ropa se seca rápidamente y casi no se arruga. Pero también consume mucha electricidad. Sobre todo en verano, puedes prescindir de ella y tender la colada como se hacía antes.

La regla número uno es, por supuesto, apagar todas las luces innecesarias. ¿Por qué, por ejemplo, iluminar habitaciones en las que no hay nadie?

En comparación con las bombillas incandescentes, las bombillas de bajo consumo no sólo ahorran un 70% de electricidad y costes de funcionamiento, sino también un 80% de_CO2 durante su producción. Sin embargo, no son las mejores en comparación con las bombillas convencionales. Contienen mercurio tóxico y, por tanto, son residuos peligrosos. Por eso, una alternativa son las bombillas LED. Aunque su adquisición es más cara, pronto se amortizan gracias a su bajo consumo energético: en comparación, ahorran un 85% de energía.

No es necesario utilizar la placa de cocción para todo. Los hervidores de agua, los hervidores de huevos y las cafeteras consumen alrededor de un 40% menos de energía que una placa eléctrica. Cuando utilices un hervidor de agua, asegúrate de no llenarlo con más agua de la necesaria, de lo contrario el consumo energético y las_{emisiones de CO2} aumentarán innecesariamente. En cuanto al equilibrio ecológico, hay que evitar las cafeteras que utilizan cápsulas de aluminio, cuya producción consume mucha energía y es perjudicial para el medio ambiente.

Si necesitas un frigorífico nuevo, presta atención al consumo eléctrico y a la etiqueta energética. Pregúntate cómo de grande tiene que ser y si necesitas congelador. Así ahorrarás electricidad y dinero. Coloca el frigorífico en un lugar frío y no lo enfríes más de lo necesario. Cada grado consume un cuatro por ciento más de electricidad. Y si te vas de vacaciones, dale también un respiro a tu frigorífico: Descongélalo y apágalo.